Las personas son las que desarrollan el trabajo, logran objetivos o contactan con otras personas. Si estas personas están mal dirigidas o no tienen la motivación suficiente, su trabajo no cumplirá ni sus expectativas personales ni laborales. Hay que tener en cuenta además que, para que la empresa alcance sus objetivos, es necesario que las personas que trabajan en ella estén comprometidas con la misión y la visión de la empresa, pero también con sus valores.